El mes pasado el peso de Adele se convirtió en un tema polémico
después de que el diseñador Karl Lagerfeld dijera en público que estaba
"un poco gordita". A raíz de esas declaraciones, la cantante expresó que
no se deja llevar por presiones externas para mejorar su figura.
"Nunca he querido lucir como una modelo. Creo representar a la mayoría
de las mujeres y me siento orgullosa de ello. Perder peso no tiene nada
que ver con mi carrera. Incluso si de ello dependiera la firma de un
contrato discográfico, no estaría dispuesta a hacerlo. La mayoría de la
gente que trabaja en esta industria sabe que no podrían trabajar conmigo
en esas circunstancias", declaró en la revista People.
Sin embargo, la cantante británica podría haberse embarcado en un
régimen de dieta y ejercicio para perder dos tallas antes del verano.
Asimismo, habría decidido dejar de fumar para cuidar sus cuerdas vocales
tras la operación a la que se sometió el año pasado.
"Adele se encuentra con mucha energía y acaba de dejar de fumar. Ahora
quiere hacer ejercicio y estar más sana, por lo que quiere tomar clases
de Pilates. Antes no tenía suficiente tiempo para ello, pero es algo en
lo que llevaba pensando mucho tiempo", contó una fuente al diario The
Sun.
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